
Un día muy soleado, pero las inclemencias invernales, se han hecho notar en forma de frío viento, que nos ha acompañado a lo largo de todo el recorrido.
Nos hemos adentrado por los laberintos pecuarios de la zona de Navalcarnero, con un continuo subir y bajar cuestas, que nos llevarían hasta Villamanta, y estos cambios de ritmo, han aumentado en intensidad sobre la mitad del recorrido. Pero como somos un equipo, se nos ha hecho menos costoso, pues en las crestas de los repechos se esperaba a quien subía mas tranquilo, y así continuar más o menos juntos, durante la marcha.
La llegada a Villamanta nos ha hecho poner la calefacción, pues el repechón del cementerio, con un desnivel continuo del 6% nos ha alineado durante toda la subida, hasta llegar al mirador de Villanueva de Perales, donde se ha parado a tomar un pequeño avituallamiento, y reagruparnos.
A partir de este punto del camino, y hasta el silo de Navalcarnero, se ha "desorganizado" un poco el grupo, pues Jorge ha pinchado, y le ha llevado su tiempo repararlo, por lo que creíamos, que se habían desviado por otro sendero, el y otro (con el tiempo, me aprenderé los nombres de todos) componente del equipo y terminar la ruta por algún atajo. Pero la paciencia en la espera, ha dado su fruto, y mientras unos repostaban líquido en Navalcarnero, otros esperábamos a los desaparecidos, que al poco rato, se les divisaba en la lejanía, consiguiendo por fin, el reagrupamiento.

Por ultimo el merecido y reconstituyente descanso, nos ha reunido en el Bar As de Copas, tras unos refrescos y viandas, donde se ha comentado lo acaecido durante la ruta de hoy.
Un saludo a todos.