A la orden de... “GoPro graba” empezó la fiesta en la ruta programada para ese día, con el Club Ciclista El Álamo.
A las nueve de la mañana en la localidad de Villanueva del Pardillo con el recorrido a la espera de ser ciclado por l@s valientes que se presentaron puntuales a la cita.
Pocos ciclistas se veían por la zona, quizás, las previsiones meteorológicas con la amenaza de lluvias disuadieron a la mayoría y por ello los caminos estaban menos concurridos.
Solo en los primeros minutos, hubo huecos para el Sol.
Siendo justos, hay que decir que, disfrutamos de una temperatura muy agradable y se ajustaba a nuestras necesidades.
A los pocos kilómetros recorridos, un intenso nublado ocultaba al astro Sol, evitando calentar en las primeras y duras rampas del recorrido.
Los porcentajes de desnivel superaban durante muchos y largos tramos más de el 16%. 
Todo esfuerzo tenía su recompensa y desde las alturas contemplamos el valle dejado atrás.
En estos primeros kilómetros se dejaba constancia de los esfuerzos por llegar a la cima y Javi, dando ordenes de viva voz a su cámara de acción lo plasmaba en los vídeos para luego editar.
El embalse de Valmayor nos dio la bienvenida con sus crecidas aguas, estando los caminos que lo rodean, sumergidos a varios metros, modificando todas las rutas a seguir que se habían trazado anteriormente. Solo las partes más peraltadas, conservaban parte de esos estrechos senderos.
Fue esta parte la más divertida y donde las destrezas y habilidades de los participantes pusieron a prueba lo aprendido para superar los no pocos obstáculos que se nos venían encima. Todo con humor e incertidumbre por afrontar la nueva situación.
Como invitada esperada, hizo presencia la fría lluvia cayendo muy abundante y con bastante fuerza, típico de las nubes de montaña, la cual acompañó al grupo hasta el final del recorrido.
Ahí estaba el grupo, atascado al final de uno de los sinuosos senderos.
P:=¿Por que paráis?
R.= No se puede pasar, hay una pared de dos metros y no se puede pasar...
¿Y por el otro sendero?
R.=Está lleno de agua...
(?¿)
Entrando por el otro sendero y sorteando las innumerables ramas y raíces que poblaban el húmedo suelo, llegamos hasta un gigantesco tronco que atravesaba una parte de la orilla, fue ahí donde empezó la verdadera aventura.
Uno a uno, fuimos pasando por ese tronco húmedo de orilla a orilla.
Las dudas y el temor a caerse desde la redonda y resbaladiza madera al Río Aulencia, aconsejó a unos pocos a descalzarse y cruzar a pie ese tramo con el nivel de agua hasta casi las rodillas.
