Se ha elegido un día de sol con pocas nubes y el suelo totalmente empapado, dando lugar a un terreno muy blando y esponjoso, donde los metros parecían Km y el esfuerzo que hemos realizado ha sido doble (siempre), triple o como queramos elegir , según la zona.
Un año más llega a nuestro querido pueblo de El Álamo, la Feria Medieval y entre cientos de tenderetes de numerosos artesanos que con sus manualidades deleitan a todo visitante con su género, numerosos puestos de suculentos manjares y parrillas gigantes que ocupan gran parte de población, nos hemos dado cita en un huequecito de la plaza que no estaba invadido por tan especial acontecimiento.
Y... bicis a los caminos... con idea de reconocer nuevas rutas para darle forma a este Club y aprendernos cada rincón de esta comarca y alrededores, nos dirigimos a Villamanta, tomando después rumbo a Aldea del Fresno, entre los límites de la Comunidad de Madrid y Castilla la Mancha. Por unos caminos conocidos por todos pero en esta ocasión, la pesadez y blando terreno los hacían desconocidos y tremendamente largos, consiguiendo que las piernas empezasen a endurecerse y las pedaladas, dieran la sensación como si circulásemos con las ruedas totalmente desinfladas, con el consiguiente doble esfuerzo que poco a poco se iba acumulando en nuestros cuerpos.
Después de hora y media sobre la bici, un nuevo camino con dirección a Méntrida, haciendo esfuerzos casi titánicos en una de las rampas de más de 7 Km, nos ha desgastado de todas las formas posibles, pues, a un terreno pesado hubo que añadir una zona de cantidades industriales de arena, en una interminable subida, donde las espectaculares y casi divertidas caídas de varios integrantes de esta ronda han animado un poco el calvario de este día. Tengo que decir que la animación ha sido sin ninguna consecuencia de dolor por parte de los protagonistas de los hechos, ya que el mullido terreno, evitaba dañarse por muy aparatosa que fuere la caída.
Las culpables de estas caídas han sido el bloqueo de las calas de los pedales, tras pasar anteriormente por grandes charcos y la puesta del pié a tierra en los lodos existentes.
Una vez coronado este terreno, por la carretera M-530, se ha vuelto a descender todo lo subido con dirección a Valmojado y esperando a un compañero que los esfuerzos anteriores le han dejado un poco tocado, nos hemos quedado cuatro de los siete que iniciamos la ruta, pues el resto desapareció y ya no se les volvió a ver más... ??? que cosas... mas... raras... ¿?.
En un merecido y necesitado alto en el camino, nos hemos repuesto de las fatigas y deleitándonos con la Madre Naturaleza, se nos ha olvidado por momentos los esfuerzos realizados y se ha retomado la penitencia hasta El Álamo, pero en bloque y como una piña, sin importarnos ya, el esponjoso terreno.
Han sido casi 54 Km con un desnivel de 664 m. acumulados. 444 positivos y 447 negativos, vamos, todo un palizón, que he rematado con un contundente pinchazo para poner el punto final, menos mal que ha sido dentro del pueblo, y para colmo, la cámara de repuesto tenía un defecto y perdía aire por el obús de la válvula, que alegría...
Lo de este día ha sido toda una nueva aventura, con una inmejorable compañía.
Un abrazote.
Fotos y dos vídeos.
