El sillín de Alberto.

Probando un sillín que me ha prestado Alberto de AHS El Álamo, me he dado una vueltecita por las cercanías de El Álamo y hoy lo he hecho subiendo el Monte de Batres, para sentir la comodidad y ajuste anatómico de esa zona del cuerpo.


 Al principio parecía extraño, pues la curvatura de su superficie hacía que la posición de sentado quedase totalmente encajado sin poder moverme, ya que al tener esa elevación por la parte trasera, limitaba el movimiento hacia atrás. Poco a poco esa sensación desaparece y te olvidas totalmente  de como es el sillín  pedaleando cómodo y a buen ritmo.

 Como la ruta iba de subidas y bajadas, doy fe que este sillín, se adapta perfectamente a las necesidades del terreno y la subida, amen de las dificultades, se hace muy cómoda.
 He subido tres veces el pequeño Mortirolo y la verdad que me ha gustado el nuevo sillín. Hubiera subido dos veces más, pero el calor reinante ya se estaba pasando de la raya. (jejeje).

La subida de este Monte, ya sabemos todos como es, lo realmente bonito son sus descensos por las sendas trialeras y conseguir no caerse en alguno de sus profundos regueros, favorecidos a su vez por que están diseñadas por la Madre Naturaleza en forma de V y los arbustos que guian dichas sendas, te azotan como diciéndote... ¡¡¡ Vete, intruso !!! Claro que, con paciencia y sortear sin prisas las dificultades, se puede hacer un bonito y divertido descenso sin incidencias.

 En estas instantáneas se ve el poco margen que deja la vegetación para pasar, poniendo emoción en cada curva de estas conejeras y estar muy pendiente de lo que pueda surgir "tras la mata".

 Estos tramos y en este lado, reconozco que es mi primera vez y la emoción de lo desconocido, hace que se disfrute aún más todo lo dicho.

 Creo que me voy a quedar este sillín por que su calidad precio, me ha seducido.

Sillín Velo.