Reunidos y ataviados con ropas del tiempo de la risa (cada uno se protege y viste como quiere) un buen grupo del Club Ciclista El Álamo, listo, para otra salida campestre por los alrededores de nuestro querido pueblo.
La mañanita, fresca (y yo, sin guantes, aún no los "necesito"), el ritmo de salida aceptable para entrar en calor lo antes posible y como si de un tris-tras se tratara, ya estábamos subiendo el primer repecho del día, no sin antes remojarnos los pies en las aguas del Río Guadarrama o mejor dicho, en un arroyo que desemboca en el.
6 Km. subiendo para alcanzar las Cárcavas de Carranque y descender por el cuestón de Canto Banco hasta la policromática arboleda en este tiempo, que nos conduciría hasta el Puente del Arqueológico.
Como las últimas lluvias han hecho de las suyas, en dicho cuestón, las inmensas y serpenteantes grietas del suelo, han probado la dureza de las carnes de nuestro querido Aurelio, dándole una buena costalada, al introducir este, una de sus ruedas en una cuña de estas regueras. Ha sido más el espectáculo de la caída, que los daños sin ningún interés al propio y a extraños, vamos, la típica caída tonta.
Un brevísimo reagrupamiento, para seguidamente, adentrarnos en los bosques de Carranque y conducidos en otra bonita ascensión a través de los frescos pinares, por la Ruta del Quijote.
Los cazadores hacían sonar sus atronadoras escopetas, y en este lugar, se ampliaba el sonido como si a un metro de distancia nos estuviesen disparando.
Charlando de mil cosas, casi sin darnos cuenta, se ha producido la parada del avituallamiento y descanso del grupo, aprovechando para las instantáneas y unas risas.
Nuevamente en marcha, y dirección al Monte de Batres, se han atravesado las campiñas, hasta llegar a la cima, eso si, por la parte de subida larga, pero muy tendida y fácil. Cosa de agradecer, por que así se disfruta de la bici, sin tener que estar con la tensión de no perder al grupo.
La otra cuestión del día ha sido el descenso de este preciado Monte por la zona arenosa y con violentas regueras en el camino de Arroyomolinos, donde un servidor, ha olvidado todo lo estudiado en un "aparatosoespectacular" hundimiento de toda la suspensión de la bici, apeándome de ella en un giro a la derecha y hacia abajo, con un impulso tal, que el cuerpo ha salido despedido de la máquina, dando un giro hacia adelante, para aterrizar de cabeza y sobre un suelo acogedor, sin que el cerebro haya tenido tiempo de procesar tal costalada. De la cual he salido ileso y sin rasguño alguno.
Más adelante nuestro amigo Fernando ha hecho lo propio para intentar mejorarlo, pero la ocasión ya se pasó y la suya ha sido una caída vulgar y sin ningún interés. También lo ha intentado Félix, pero se le aplica el interés del anterior concursante. Jajaja. Los campeones de hoy en caídas, Aurelio y yo.
El tramo final de esta etapa se ha modificado por hacerla un poco más larga y entretenida, pasando por un estrecho sendero resbaladizo y en ocasiones sin suelo con vistas al Río Guadarrama, desde unos terraplenes con caída si las hubiere habido, a las espesas zarzas de la lejana orilla del turbio y frío Río. En principio se circulaba a la pata coja, pero la sensatez ha hecho que este tramo fuera, un paseito a pié.
Con el terreno ya favorable para la práctica del ciclismo de montaña, y después de encontrarnos con los compañeros del grupo B, al que Juan Carlos a uno de ellos, le estaba recuperando con un fisio-terapéutico masaje en una pierna, las hostilidades y rápidas pedaladas del grupo, han hecho casi un sprint de 10 Km, donde, hay que tener muy en cuenta a Luis Solana, que con la fuerza que el solo imprime a esos pedales, ha desfondado a todos, llegando como una rosa hasta el final, dando cuenta de todo el que se acercaba a el para intentar seguirle, y, a ese ritmo. Todo un fenómeno este Luis.
Como toda salida realizada con este Club, la de hoy, ha sido otra gran experiencia que lo aprendido, dificilmente se olvidará. Que suerte tengo.
Más fotos.AQUÍ.#
me alegro que no os haya pasado nada grave, pues el destino ha veces nos juega malas pasadas, y en la caida mas tonta puede ocurrir algo mas, por lo demas buena ruta y J.J. no envidies a nadie de como se baja de la bici, cada uno se baja como quere y nadie tiene que imitarlo, jaja, un fuerte abrazo y me alegro de nuevo que que no haya sido nada. un fuerte abrazo.
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