Entre bosques.

 Gran cantidad de bikers preparados para una mañana de MTB, a la espera de tomar la salida con la incertidumbre si nos encontraremos mucho barro por estos caminos recién mojados y refrescados por la borrasca.

 No había barro, solo, terreno húmedo.

 Con ímpetu y calentando sobre la rápida marcha inicial, el margen derecho del Río Guadarrama rodada por enésima vez, hace de guía hasta los Montes de Sacedón en un terreno óptimo y ligeramente blando, no siendo problema para recorrer los primeros 16 Kilómetros en poco tiempo.

 Iniciando sin descanso una subida con dirección a Sevilla la Nueva, continuamos también con mucha viveza en el pedaleo, solo nos distrajo en esta ascensión el paso en dirección contraria de nuestros amigos de El Último Repecho, que con unos breves saludos y dos voces sobre la marcha, rompimos el silencio reinante en esos bosques.

 Un estrecho y asalvajado sendero, que apenas se podía seguir por la cantidad de hierba y maleza de este húmedo suelo, nos hizo la delicia en esta mañana de disfrutar unos largos 6 kilómetros por el frondoso y oscuro bosque, refrescándonos las piernas con el rocío mañanero de las retamas que decoraban estos ocultos senderos, terminando en Sevilla la Nueva, para nuestro momento de descanso y avituallamiento, donde un infante, inmortalizo con una instantánea dicho momento.

 La segunda parte de nuestra salida, transcurrió por los surtidos y extensa cantidad de cerros con los consabidos laberintos de caminos en la zona de Navalcarnero, haciendo más interesante la mañana, en estos rompepiernas por los que pasamos.

 Decenas de cazadores en plena temporada de caza, rompían con sus disparos la calma de los alrededores, obligando a extremar las precauciones y no salirnos de los límites del camino para evitar sustos innecesarios.

 Por otro lado, quiero añadir y denunciar en este hueco del blog, la mala práctica que en muchos lugares de nuestra España, hacen unos pocos desalmados, poniendo trampas mortales en bosques y caminos, a ciclistas y motoristas, tales como, atar alambres entre árboles a la altura de la cabeza,

zanjas en cambios de rasante en un sendero de bajada,

clavos preparados y enterrados con intención de pinchar las cubiertas, etc., etc...

 Provocando con ello accidentes con graves lesiones para quien tenga la mala suerte de encontrarse con semejante atrocidad.

 El deseo de este Club Ciclista El Álamo y el mío propio, es que cesen estos actos "vandálicos" y detengan a los causantes de tales prácticas. ¡Ojalá sea pronto!.

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 Nuestro ritmo en avance a Villamanta, con el acumular de kilómetros, "partió" por momentos el grupo  de ocho ciclistas en la larga y tendida subida hasta El Álamo, "quemando" el último tramo hasta la entrada, en un largo y veloz sprint, para segundos después, entrar juntos hasta nuestro lugar de repostaje y tertulia.

 Nos esperaban nuestros compañer@s del grupo B para intercambiar todo tipo de impresiones de este bonito día.

 Como siempre, una buena ruta la de hoy.

                                                                                     Fotos