Con la envidia a plena corrosión (en mi persona) hago más llevadero lo de esperar para montar sobre una bicicleta, disfrutando de un vídeo que ha grabado nuestro querido Aurelio, por los parajes de Valdecabrita.
Un terreno donde los caminos se han convertido en ríos de arena, casi intransitables para una bicicleta.
La destreza, equilibrio y experiencia a los pedales de nuestros compañeros, han hecho que fuera un juego infantil en una ruta soleada y muy agradable en ese mes de mayo, bien denominado, el mes de las flores.
Las fragancias mil, por otro lado, no tan saludables por aquello de las alergias y urticarias. (yo)
Lo principal, se hizo realidad, disfrutar al máximo de un día primaveral inmejorable.
Este ha sido el recorrido.
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