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miércoles, 3 de abril de 2019

El Tiemblo... Yo Tiemblo.


 Maravilla de ruta, ya mítica en el Club.
 El Invierno, ha sido un buen guardián de las hojas caídas en Otoño de los castañares que pueblan los bosques de La Reserva Natural del Valle de Iruelas, cerca de La Sierra de Gredos. Tal es así que, la gran mayoría de estas hojas estaban amontonadas en los cauces y regueros por el que transcurrió nuestra ruta, haciendo aún más interesantes esas técnicas bajadas.
 No hubo ninguna sorpresa desagradable a pesar de estar ocultos pedruscos, ramas caídas y numerosas raíces de este espectacular paraje Natural.


 Esa fue la parte final de nuestro recorrido.
 Otra alternativa era terminar nuestra espectacular ruta por las rápidas y sencillas pistas sin asfaltar.   Una parte del grupo eligió esa opción que curiosamente llegaron a destino un poco después que los valientes y arriesgados de las técnicas trialeras.
 El motivo fue por que Rafa, tuvo una caída con su bici eléctrica sin consecuencias para reseñar.


 Empezamos tiempo atrás, por un bonito rodeo al Embalse del Charco del Cura, alimentado por el Río Alberche, su gran presa nos facilitó el paso a la zona de monte bajo donde el ganado bobino campaba en su hábitat natural.
 Por el pequeño y sinuoso sendero cerca de las calmadas aguas, podíamos deleitarnos en esa mañana aún fresca, de las maravillas que ofrece para integrarse como una pieza más del paisaje.



Mercedes y Juanma fueron los afortunados en disfrutar al máximo de la belleza paisajista, ya que su ruta tuvo la suerte de bordear este Embalse y también el Embalse del Burguillo, llegando hasta la Urbanización de la Rinconada.

 Trece componentes en otro grupo, iniciaron su lento ascenso para coronar el Puerto de Casillas, por unas rampas de (11-12 y 16)% siendo la parte más suave de un 6% continuo.
 Los diez interminables kilómetros hasta su coronación, fue el calentamiento para un poco después, afrontar con más facilidad El Valle de Iruelas.

 El descenso de este puerto, fue algo vertiginoso y en un suspiro, estábamos otra vez subiendo la "pared"(como así describió una lugareña) que nos daría acceso al bello bosque de castaños centenarios.


 Una rápida exhibición de los siete kilómetros restantes, por trialeras hechas sin ninguna norma arquitectónica y a capricho natural, dio fin a esta jornada de mtb, por tierras de Ávila.

 Este tramo final puso al límite la destreza y habilidad de quienes pasamos un gran día de bicicleta.

 Al cierre de esta edición, llegó una instantánea de los participantes de una de las rutas de carretera con Carlos y Ángel.


 Como conclusión a esta jornada por El Tiemblo, se celebró con una comida de convivencia con las familias, comentando lo más destacado de ese día.



                    Y aquí el mítico recorrido.

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