¡Como el cerrojo de un penal!

Como el cerrojo de un penal, así, han acabado mis piernas tras la batalla de hoy, ahora, que lo agradezco pues he visto el nivel Maribel de estos Centuriones que lo son, y tengo que hacer más deberes para estar a su altura.

 Como de costumbre y hasta hoy, la quedada ha sido en la plaza a las 9, a partir del próximo Domingo se quedará a las 08:30 también en la plaza, horario modificado por los calores del estío.

Allí estábamos los participantes de las rutas A y B viendo como preparaban y engalanaban balcones y aceras, con las mejores galas de alfombrado y  florerío para la procesión de La Custodia, pues amigos este Domingo se celebraba el Corpus Christi...

 Tras las presentaciones se han iniciado las marchas con el ánimo de terminar los recorridos sin mucha fatiga, pues nuestra ruta tenía constantes y duretes desniveles para llevarse a las piernas.

 Al principio todo bien y me atrevo a decir que el ritmo de salida, un pelin fuerte, pero solo eso, un pelin, lo mejor vendría un poco más adelante con la subida al monte de Batres, (nuestro Mortirolo) que según ruta se subiría dos veces una desde la carretera de Griñón y la otra, bajando al Río Guadarrama y subiendo por los caminos técnicos y difíciles de la urbanización. Todo bien aunque destaco la buena forma de mis compañeros, y no la mía;, lo de subir no se me da muy bien...

 Una vez coronado nuevamente el "Mortirolo" por un sitio más civilizado, nos dirigimos hacia Moraleja de Enmedio lugar al que somos llevados por anchos y cuidadas vías pecuarias, salvo los baches que se asemejan a las tablas de lavar antiguas que son lo peor después de los bancos de arena de largo recorrido.

 Luego un camino a la derecha de continuos repechos rompe-piernas, y siguiendo la parte izquierda de autopista a Toledo, nos subiría hasta el pueblo de Serranillos del Valle, es entonces, cuando las fuerzas de los participantes quedan medidas y se ve quien hace los deberes y quien entrena en la sombra para sorprender y demostrar sin apenas esfuerzo, que el camino no presenta ninguna dificultad, lo que para otros (yo) voy justito y falto de... todo.

 Tras otro tramo de más de lo mismo, hemos llegado al pueblo de Carranque, donde se ha aprovechado para repostar líquido y descansar un ratito.

 Una larga bajada, sin entrar por los bosques sombríos de la ruta del Quijote, (por motivos de tiempo), nos acerca a las Ruinas y Museo Arqueológico, que, tras un nuevo repostaje de agua en su manantial y cruzar por su bonito y elegante puente colgante, pondríamos rumbo al Álamo, y es ahí donde he tenido que sacar los recursos sicológicos para llegar como pueda y sin desfallecer, ya que las piernas las llevaba, como el cerrojo de un penal (duras).

 Al final nos han salido casi 55 Km, con repechos de una altitud de 502 y 653m. Todo ello con un mega ambiente de compañerismo y muy buena armonía de grupo. Un gran abrazo para todos.

A Jorge un abrazo y pronta recuperación de su caída, que seguro ha sido de las tontas. 

Fin.