Somos una piña.

 Cuatro, a saber, Javiajero, Javi Gozalo, Luis Solana y JJ.

 Se ha iniciado la marcha, en principio siguiendo una ruta de gps, a la que se ha ignorado por completo y se ha desobedecido ya, desde los primeros kilómetros, y es que, como mejor quedan estas cosas, son haciéndolas como uno mismo crea que van a resultar mejor.
 Saliendo de El Álamo y hacia Navalcarnero, se ha puesto rumbo a Aldea del Fresno no sin pasar antes por Villamanta, lugar por el que hemos pasado dos veces.
 A un ritmo muy vivo y disfrutando de las tempranas horas del día, casi sin darnos cuenta se ha llegado a Villamanta, por los laberintos de vías pecuarias y redes de caminos que unen tierras de cultivo y viñedos, para enlazar con la antigua vía del ferrocarril, Madrid-Almorox, zona que yo personalmente no conocía y gracias a Javi y Luis que ya habían rodado por esta parte de la geografía, nos han llevado a la parte más entretenida y sinuosa de la ruta, disfrutando a tope de los estrechos senderos y espectaculares trialeras, que aun sin conocerlas se han bajado con velocidad de "riesgo", claro que con la precaución el control y seguridad hacia uno mismo.

 Hemos tenido también en la ruta, numerosas zonas de playa en la que algún componente del equipo respeta y con buen criterio, ya que muchas se han sorteado bajando a grandes velocidades, me refiero lógicamente, a bancales de arena con más de dos palmos de profundidad, que en algunos momentos las bicis zigzageaban  como látigos encolerizados.

 Por las divertidas bajadas, aparte de la diversión de sortear curvas y regueros que aparecían de repente, nos encontrábamos con nubes de mosquitos apostados en las zonas de sombra de los árboles y matorrales, que con la tensión del momento, no se veían, y más de uno han servido de alimento extra en la dieta de hoy.
 Llegados a Aldea del Fresno, se ha hecho una parada para avituallarse, descansar y refrescarnos en la ansiada fuente.

 La vuelta ha sido otra cosa, lejos de las divertidas bajadas con velocidades y ritmo más bien alto, se ha tenido que subir lo anteriormente bajado, y claro, los esfuerzos pasan factura; Pero, parecía que no importaba, por que el ritmo de vuelta, también ha sido un poco severo y durante los siguientes kilómetros, hemos rodado  como al principio, sin tener en cuenta que nos quedaba un buen trecho para llegar a casa.

 Javiajero con ese don que tiene con su ritmo cardiaco, ha decidido hacer la subida el solo y se ha descolgado, desapareciendo en pocas pedaladas del resto del grupo.

 Una vez reagrupados, y con un calor abrasador, aun se han tenido ganas de ampliar el recorrido por la zona de Villanueva de Perales, y es ahí, en los duros repechos, donde el cansancio, ha empezado a dar sus primeros avisos, teniendo que regular esfuerzos, para por lo menos, no rezagarse mucha distancia, con respecto a los demás.

 Las piernas empezaban a ponerse duras como el cerrojo de un penal y cuidando que no fuese a más, se ha llegado con gran esfuerzo a Navalcarnero, en cuya fuente se ha hecho otra parada,(la última) y descansar un pelin sentados en las frías piedras de granito que adornaban dicha fuente.

 Los dos javieres, unos fenómenos, se nota su entrenamiento y buena forma física, pues en todo momento han ido tirando del carro,e incluso hablando durante las subidas. Luis y JJ., han capeado con mucho esfuerzo el resto del recorrido, haciendo un total de 66Km con 539m de desnivel.

 Buena jornada y una compañía super Guay.

Este ha sido el recorrido de hoy.