Haciendo tiempo para comer.

Un día soleado pero fresquito, que invitaba a la práctica del pedal, en cual quiera de sus modalidades, mtb o carretera. He elegido la primera opción, ya que tenía ganas de repetir la subida de Carranque y la del monte de Batres.

 

La ruta sin problemas en caminos ni veredas, un poco sueltos de tierra, donde hay que poner mucho cuidado en curvas y descensos trialeros para no dar besos a las hormigas... Por lo demás, muy buenas sensaciones en rodillas y otras partes de fricción. 

La subida desde el Parque Arqueológico a la urbanización, como siempre, un calvario, y es que cada día parece distinta y con más desnivel positivo.

Como he parado para las instantáneas, lo he llevado mejor pero... "Telita".

Una vez terminada la subida coronando en la urbanización de Canto Blanco, y después de la trialera de Batres, que está divina de la muerte para lanzarse a tumba abierta hasta el Río Guadarrama, pues, las roderas están bien trazadas  firmes sin barro ni tierra suelta, por el transito de bikers, inicio, la subida al Monte de Batres.

 Una subida tranquila pero sin pausa, durante la ascensión, me cruzo con unos Bikers, que estaban tomando fotos de las panorámicas, aprovechando un descanso en su subida

A continuación, he vuelto a bajar por el Monte hasta la zona de El Álamo para acercarme a casa, ampliando un poco la ruta por los viñedos y trigales de los alrededores.

En general la salida de hoy se puede decir que, se ha hecho tiempo hasta la hora de comer.

Paseo vespertino y III.

 En esta panorámica campestre no se aprecia ningún motivo de interés, pero, es la zona por donde en la tarde de hoy he rodado a buen ritmo, para darle trabajo a los lumbares y que se desperecen del letargo mancebo-consistente en que están sumidos. Durante la práctica, todo muy bien... (Luego pagaré las consecuencias en mis pobres riñones.)

 Como en días anteriores he rodado rapidito y hoy con un poco más de ritmo por el tiempo tan escaso disponible. Según el GPS  han salido 26,84 Km, en 01h: 10m: 09s, que no esta nada mal para las ganas y la edad que uno tiene. Y esto ha sido todo en los paseos vespertinos de estos días... Ha sido un relato breve y sin adornos, osea, escueto.

Paseo vespertino II.

Después de mis obligaciones, en la tarde de hoy, la salida ha sido un poco obligada, pues ayer en el percance del pinchazo me olvide, perdí, o simplemente tiré sin darme cuenta, la petaquita de herramientas de la bici, y es que cuando llegué a casa, me dí cuenta que no había cerrado la cremallera de la bolsa de herramientas del sillín.

 A si que, rutita en sentido contrario al de ayer para ver si hay suerte y aparecen los trastos en el segundo lugar donde tumbe la bici para dar aire a la rueda.

 No había hecho ni 5 Km, cuando en las proximidades del pueblo bien visible y en una rodera del camino estaba mi petaquita de herramientas en perfecto estado y con todas sus cosas empaquetadas, no me lo podía creer, con el transito que tiene la zona, incluso de caminantes... Que suerte XD. Era la zona de más baches de ese camino.

Con la euforia del momento he apretado la marcha y me he divertido de lo lindo, vamos, que, no me he divertido más, por que si no me tenía que pagar dinero, jajaja.

La tarde ventosa, con nubarrones negros y un poquito de sol que he aprovechado para sacar unas instantáneas a contra luz. El resto, rodar con alegría y a buen ritmo.

Paseo vespertino I.

Aprovechando un hueco en la jornada de hoy y viendo que el sol quiere tener compañía de terráqueos paseando bajo sus cálidos rayos, no he querido ser menos y me he animado con mi Merida a dar una vueltecita para saludar a los caminantes, que por docenas, inundaban los caminos de mi ruta elegida.

 En las fotos no aparece nadie, ya que han sido tomadas en zonas alejadas de la población.

La tarde muy apetecible para rodar un poco, pero, lejos de disfrutar del paseo, ha ocurrido lo que por ir con el tiempo justo se denomina "una faena", en un cambio de rasante de un olivar a zonas de cultivo, la rueda delantera a expulsado todo el aire en 1/2 segundo, con el susto correspondiente al perder casi el control de la dirección y la adherencia al suelo. Suerte que estaba pendiente, por un extraño que me hizo en una zona anterior.

 Y parte de la diversión la he pasado reparando dicha rueda... Sin ningún problema añadido.

Luego a rodar ligerito que el sol ya estaba al final de la cuesta y el fresquete se notaba en el cuerpo.

Rodar en invierno y II.

Un día más las temperaturas y el viento invernal, hacen de la rutas, que el paseo se haga a buen ritmo para ir en todo momento con la calefacción puesta y mantener el cuerpo con un mínimo de temperatura, y blindado de ropa, necesaria para contrarrestar el continuo refrigerio exterior.
 He querido repetir el trayecto de ayer, pero al final entre los disparadores de tiros que tenían los montes vedados para sus prácticas y los acotados de las fincas privadas, me han desviado a terrenos lejanos por donde la vuelta ha sido de "toma pan y moja". Si esto me pasa en verano pues se agradece, por que amplias la rutita y ya está; Pero hoy solo quería rodar como el día anterior y a casita, que tengo cosas que hacer.
 No ha estado mal, solo que me ha pillado un poco justo de agua y alimento, sumado al desnivel positivo (extra) para el ritmo imprimido, el aire como siempre en contra, y que casi me pilla el tío del mazo. Pero ahí se ha quedado, en casi.

Al final me han salido más Km de los programados, pero bueno, eso que se lleva el cuerpo, a ver si se acostumbra, que está un poco perrete...

Rodar en invierno I.

Como no puede ser de otra forma en invierno hay bajas temperaturas y por supuesto heladas matutinas, que por estos lares, aguantan todo el día a pesar del sol y se unen a las de la noche siguiente, creando pequeños témpanos de hielo en los arroyos que cruzan caminos y senderos de los recorridos.
 El día soleado, engañoso para creer que hace buena temperatura, durante la ruta 4º C, y un fino viento del norte que alegraba los órganos del cutis, la verdad que el vientecito no molestaba, gracias a mis nuevas orejeras protectoras. Los caminos están secos y polvorientos por la falta lluvias, pero en buen estado para la práctica de la bici.

 
 La ruta de hoy ha sido rodaje de mantenimiento para soltar un poco los músculos después de la inactividad de la semana, (sin tiempo, no hay posibilidad de entrenar) y disfrutar en si del paseo por los montes de la zona, junto a la ribera del Río Guadarrama.
 Muchos bikers por los caminos a los que no nos asusta el frío ni las bajas temperaturas de la estación reinante, todo ello decorado por unas fotillos que incluyo en esta crónica breve.

                                                                     Este, es el acantilado del Camino de Yeseros.

Viento, viento, viento y frío.

Un fin de semana pasado por viento, no solo eso, estaba frío, no tanto como nos lo han vendido  los centros comerciales, pero estaba frío. Siberia queda lejos pero hemos olido su aliento...

 Unas salidas de rodaje relajado,  para probar prendas nuevas contra las inclemencias atmosféricas. las distancias cortas y sin dificultades destacables, en definitiva y por rellenar algo de contenido, sufrir contra el viento y encima pinchar las dos ruedas, ¡¡¡estos abrojos!!! mira que son duros.