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martes, 25 de junio de 2019

"Asumes riesgos, luego, no llores"


                              De esta "guisa" nos pusimos para la instantánea en la presa de Picadas.

 Fue una mañana donde las rutas, se fusionaron y ahí estuvo el riesgo, rodar a ritmo pero juntos.

 Los que hicieron la ruta A, "volaron" y breve contacto tuvieron con el grupo.

 La ruta C, se integró con la ruta B, mantuvo muy vivos los ánimos y los kilómetros aumentarían generosamente. (luego vendrían los lloros, jajajaja)

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 Pero antes, mencionaré la gesta en otro lado de la Península Ibérica.

 El Club Ciclista El Álamo, participó en la famosa Marcha Cicloturista Internacional  Quebrantahuesos que se celebra todos los años en Sabiñánigo (Huesca).
 Dos integrantes de este Club, nos representaron en tan multitudinaria prueba.


El duro recorrido transcurre por los Pirineos y la importancia de la misma, se ha convertido en un acontecimiento cultural.
Asciende los míticos puertos como el Alto de Somport, Col Marie Blanque, Alto del Portalet y Alto de Hoz. Unos 3.500 metros de desnivel acumulado. Sobre una distancia de 200 Km.
Todo un reto para nuestros valientes campeones.


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 Mientras, por nuestras cercanías, se preparó la ruta de esa jornada. Salimos desde Villamanta siguiendo la antigua ruta ferroviaria del tren de Almorox, para afrontar un bonito recorrido por el embalse de Picadas.
 Este, es alimentado por el Río Alberche y antes parte de esa cantidad de agua, la cede el Pantano de San Juan.



 Después de los posados para el álbum fotográfico, comenzaría el duro "calvario" por los riscos escarpados de la zona, la salida por el espectacular túnel, sería la parte sencilla.


 Con un ritmo templado y prudente, empezamos a subir poco a poco hasta encontrar el sendero pedregoso, cubierto de abundantes encinas y pinos. Hubo tramos que la dificultad nos apeaba de la bici y andando tomábamos el máximo contacto con la Naturaleza.


 Parte del grupo, mantuvo el camino forestal y se perdió la belleza del sendero pedregoso, no viendo el campo de fútbol adaptado y construido en un pequeño claro antes de la urbanización. A unos pocos kilómetros nos reagrupamos para comentar y cambiar impresiones.


  Las continuas subidas empezaban a hacer mella en nuestros sufridos cuerpos atléticos y estilizados que el tiempo ha esculpido con arte y sabiduría. Pero, con el alto grado de entrenamiento adquirido, no reparamos en ese simple detalle y terminamos todas las subidas con frescura hasta el avituallamiento.

 Solo quedaba lidiar con un contratiempo surgido en una de las ruedas de nuestro "Presi" tras un reventón bajando por el ultimo tramo de nuestra ruta.
 El Sol, ya calentaba con fuerza y entre todos resolvimos la pequeña avería para no demorar más tiempo de lo necesario en la reparación.



 Los componentes de la ruta C al final hicieron el recorrido de la ruta B y no hubo "lloros" todo salió rodado y sin problemas.

Cuatro fotos más y cierro resumen de aquel día.
 




jueves, 20 de junio de 2019

VII Marcha Nocturna - 2019


      Dicen, que pedalear rejuvenece y retrasa los dolores propios de los años, a cada cual los suyos.
 Y si además, lo haces con El Club Ciclista El Álamo, es para que desaparezcan.

 Así es, una ruta perfectamente diseñada para ciclar por la noche y con una participación de casi cuarenta ciclistas, fue, una experiencia digna de mencionar.

 Hizo el honor de acompañarnos una ciclista en esta ruta nocturna con alto nivel de entrenamiento.

                         
                                              Siendo las 21:30 de aquél día y estábamos preparados.


 Nuestros Policías, nos acompañaron dándonos seguridad desde la Plaza de La Constitución por las calles del pueblo para dejarnos en uno de los caminos, y empezar nuestra ruta.

 Una nube de polvo más visible con los focos que en una ruta diurna, envolvía a todo el grupo dando esa vistosidad y espectacularidad en la noche.


 Los reagrupamientos eran una de las bases fundamentales para no perder a ningún integrante de la marcha, teniendo en cuenta los distintos niveles de forma física de los participantes. En general, todos muy bien preparados y en buena forma.


 La noche no tardó en llegar y la amplia "parafernalia" de luces de distintas intensidades, que   decoraban cascos y bicicletas, mostraban los caminos con claridad. Haciendo que su circulación por ellos, fuese de lo más seguro para rodar con toda la confianza.



 Nos acompañaron los amigos de siempre y que cuando se enteran de algún evento que el Club Ciclista El Álamo prepara, no dudan (si pueden) en acudir a la cita. Significando a nuestros amigos de Navalcarnero (Ángel y compañía) también de Valmojado (Ángel, El Chatanga y amigos) que hicieron de la ruta toda una maratón de kilómetros. Pues, vinieron y se fueron en bici desde Valmojado.


 Como otros años la Plaza de Navalcarnero, fue también testigo de nuestra presencia ya bien entrada la noche.



 Las paradas y reagrupamientos fueron más breves para no enfriarnos y con el 80%  del recorrido hecho, tomamos ya, por la zona más oscura de la ruta el camino de regreso hacia El Álamo.
 Un vistoso paseo nocturno que transcurrió con toda normalidad, sin ningún percance y con alegría, disfrutando de los silencios de la noche.



 Agradecer y dar las gracias a tod@s los participantes de esta aventura nocturna, emplazando para el próximo evento en Septiembre con nuestro, VIII Memorial Juan Ramiro. Gracias.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Fortificada Toledo



Tempranas horas y el sol ya calentaba en la plaza de La Constitución de El Álamo. En pocos minutos se sale para la ruta programada de ese día.


 Que nos movemos por toda la comarca, es un hecho.

Este día, unos pocos nos presentamos en Chozas de Canales para iniciar desde allí nuestro viaje a Toledo. Imperiales como la ciudad y con muchas ganas de dar pedales hicimos la instantánea de base y a continuación nos dejamos “caer” por ese camino polvoriento y pedregoso al monumental destino.

 El otro nutrido grupo con energía a rebosar, partió desde El Álamo, garantizándose el centenar de kilómetros en el bonito recorrido.
 Contaron que, se mantuvo un “infernal” ritmo de marcha desde la salida, tal fue así que, rápidamente nos alcanzaron a quienes poco apoco trazábamos nuestra excursión didáctica.
 El encuentro fue fugaz y se mantuvo un breve pero intenso comentar, de cómo se estaba desarrollando la jornada.
 ¡Puf!… ¡Y se fueron!... Nos vemos en Toledo.


    A nuestro ritmo fuimos viendo lo bonito que está el campo y las cosas que albergaban los caminos.
 Una mala pasada debió tener el auto que en semejante pose yacía y así quedó postrado para dar cobijo a los animalillos del entorno.



Simultáneamente los fugaces compañeros de ruta seguían trazando recorrido por los lugares que nos encontraremos más adelante y sin descanso, acortaban distancia para el final de un primer destino.


  La experiencia con el manejo de cámaras digitales ofreció momentos para el recuerdo y con soltura se plasmaron instantáneas por tan pintorescos lugares.




No solo ciclamos por los polvorientos caminos, la cercanía en todo momento del Río Guadarrama, presagiaba que en algún momento su cauce nos ofrecería ese refresco de sus aguas como recompensa. Este año el caudal era aceptable y con decisión lo cruzamos sin "incidentes"  



 Ya teníamos ganas de llegar y allí a lo lejos distinguíamos la fortificada Toledo.
 Javier no lo veía aún muy claro y la parada en lo alto del cerro de los depósitos, dejó que la imaginación, te presentase en primer plano la Imperial ciudad.


  Circunstancias de la velocidad y/o despiste en la llegada a la querida ciudad, deshizo la posibilidad de entrar todos juntos en bloque para lucirnos por las calles Toledanas y coronar en la histórica plaza de Zocodover.

 Una espera y ya todos reunidos, con las bicicletas acorralando una farola, fuimos la atracción de los queridos turistas asiáticos, que plasmaron en sus cámaras con mucho interés, nuestra presencia en tan concurrido lugar.


  Y no pudo faltar de ninguna de las maneras la foto grupal, (realizada por un turista Chino) que salió perfecta.


Completada la jornada por tierras bañadas por el Río Tajo, el regreso se realizó cercano a su afluente el Río Guadarrama.
 Un falso y efecto visual para concluir en el pueblo de Chozas de Canales, desalentaba esa vuelta al final, pues siempre al coronar los cerros veíamos el pueblo, dando la sensación de cercanía, pero era todo lo contrario, hubo que subir y bajar muchos cerros antes de llegar a nuestro destino.

Fue una ruta Reina del Club Ciclista El Álamo.

martes, 21 de mayo de 2019

Repartidos por toda la Comarca.

 Se repartieron las rutas a granel y de forma muy variable, quedaron los cuatro puntos cardinales desde El Álamo, cubiertos en amplia extensión, rondando los 450 Km.
 La ruta de carretera partió hasta las Antenas de La Nasa donde la  foto típica en su entrada no podía faltar.


Pasando de los 100 Km, Fernando y Juancar, rodaron por cunetas de nuestra Región hasta Colmenar del Arroyo, esa zona donde la carretera "pica" hacia arriba y lo único que se puede hacer es subir y subir hasta el destino programado.

 Un esfuerzo más y hasta Navalagamella, sería ese día, la cota más alta que se suba. Luego como siempre se dice, el resto "es de bajada" hasta casa.
 Este recorrido es por excelencia, de los típicos para soltar piernas en las matinales de los Domingos.


 Ángel, por otro lado, rodó en otro círculo más estrecho, también por la zona pero, no llegó a la centena kilométrica, se quedó por poco, en los 95 Km.
 El esfuerzo en ese anillo recorrido, tuvo casi más picos de subida que los realizados en la anterior ruta.

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Me consta que un grupo, (vestido de incógnito, y en otra ruta nueva), rodó por otras cunetas ampliando la cuenta kilométrica a sus piernas disfrutando también de la jornada. (sin + datos)


 ¡Que gran compañera y compañeros de viaje para estas prácticas deportivas tenemos en el Club Ciclista El Álamo!.
 La ruta A, es una de las más descargadas de wikiloc, y ese día, en condiciones optimas para ciclarla, los de la instantánea de arriba, rompieron todos los registros establecidos hasta la fecha en ese recorrido. Pues sus ganas y buena forma para la práctica del ciclismo de montaña, hicieron de este itinerario un paseo de niños por el parque.


Y resumiendo sucintamente la otra ruta B, con otra magnífica compañera y compañeros de viaje, terminamos esta jornada tan repartida por la comarca.
 Parte de nuestro recorrido, fue fusionado con la ruta C que contribuyó al acumulado de kilómetros.


  Puedo dar fe de los tramos "rompepiernas" que encontramos en nuestro recorrido y la moldeada y buena forma que vamos adquiriendo poco a poco.


Todo esto pasó un Domingo cualquiera en otra de nuestras jornadas oficiales, compartiendo entre amigos y compañeros las rutas de, El Club Ciclista El Álamo.


lunes, 20 de mayo de 2019

El grito de Ana


 Cuando el recorrido estaba casi finalizado y todo el esfuerzo de ese día ya llegaba a su fin, en un tramo tranquilo sin irregularidades ni repechos y donde el sol había reservado una estancia de reposo, algo nos alertó y sorprendió de manera inesperada en aquella calma relativa.

 Un grito de “susto y terror” alteró la armonía de la marcha de cuantos participábamos aquella jornada.

 Fue Ana, alertándonos un “peligro” en el borde del camino. 
 Una amable culebra de grandes dimensiones que sesteaba bajo el Astro Rey, a la que alteramos su descanso, lanzó un ataque defensivo sobre quien en ese momento pasaba junto a ella, la asustada criatura, por un momento creció en altura, alargando su cilíndrico cuerpo en vertical, presentando sus “fauces” a la altura de la rodilla, obligándonos a cambiar el rumbo rápidamente pasando con mimo y cuidando de no dañar al asustado reptil, solidarizándonos con su miedo. 
 Nadie salió herido y todo quedó en anécdota para relato.

 Anteriormente, también hubo un recuerdo de jornadas pasadas de aquel siniestro perro con pelajes desavenidos, [ese que nos apareció de entre las retamas aquél día.
 Volvimos a ciclar por el paraje donde rondaba esa mole de animal y…

 …Un distante ladrido de tono grave, pero con el volumen suficiente para alertarnos de su presencia, cambió el giro de nuestras cabezas hacia tal estruendo lejano y allí, se distinguía esa nube de pelo acercándose a gran velocidad a nuestro encuentro. Tal situación “terrorífica” obligó a acelerar la marcha en un terreno desfavorable para la carrera, pero, la adrenalina generada por tal emoción, ayudó sacando fuerzas en la huida, hasta perder de vista nuevamente a la “bestia”.


 El numeroso grupo presentado en la plaza aquél Domingo, se fusionó de alguna manera, con los amigos de El Último Repecho uniéndose con nosotros para acompañarnos y hacer la ruta conjuntamente. Con su experiencia y conocimiento de los caminos, aprendimos nuevos atajos y senderos que aplicaremos en el futuro para ampliar nuestras rutas en El Club Ciclista El Álamo.


Esta ruta conjunta nos llevó hasta los merenderos del Río Alberche, situado en el término Municipal de Aldea del Fresno. Nuestro guía nos llevó por empinados cerros y bajando a gran velocidad por caminos que el agua ha tallado en sus laderas, haciendo rápidas e interesantes esas bajadas técnicas en muchos tramos.

Una parada para reagruparnos y de vuelta para El Álamo.
Las buenas condiciones del terreno hicieron que el grupo rodara a gran velocidad, sin fatigas que lo impidiesen para alcanzar en las bajadas, velocidades propias de expertos profesionales en dominar las técnicas de la trialera.
 Aquí, en el tramo más sinuoso y cubierto de enormes cascotes y piedras sueltas, se produjo un pequeño contratiempo afectando a Juanma, su rueda trasera, impactó en uno de esos obstáculos seccionando en varios trozos tal objeto. Siguió descendiendo muy rápido, pero, a pocos metros, su rueda sufrió las consecuencias del impacto y perdió la presión y adherencia al terreno, poniendo el pie a tierra.


 Rápida también fue la reparación y sin perder más tiempo nos unimos al grupo que paciente esperaba comentando las incidencias y el estupendo día que nos hizo esa mañana de Mayo.


 Llegando a nuestro destino, otra incidencia obligó a parar, en este caso, una "traicionera rodera" en el camino, hizo que la bicicleta de Alejandro T. desconocedora del terreno (por nueva), no supiese resolver el bache que encontró y ambos, se dieron un revolcón con daños y raspones en rodilla y codo.

  Todos llegamos a destino esperando volver a compartir otra ruta en unos pocos días.
 Un saludo para todos los participantes. JJ.